Por la abogada Gladys Carredeguas ā Especialista en Derecho de Inmigración
En los Ćŗltimos meses, he tenido la oportunidad de visitar varios centros de detención migratoria en Estados Unidos, donde nuestros hermanos y hermanas inmigrantes enfrentan condiciones que, si bien cumplen con los requisitos “mĆnimos” establecidos por las autoridades, distan mucho de lo que podrĆamos esperar.
Muchos de estos centros, como uno de reciente creación levantado en apenas ocho dĆas en una zona natural utilizando carpas, ofrecen a los detenidos acceso limitado,hay dĆas que no ven la luz del sol. Sin embargo si me comentan que tienen diĆ”logo con los oficiales en espaƱol en caso de que no entiendan inglĆ©s.
Los detenidos, en su mayorĆa sin antecedentes penales, son llevados esposados de pies y manos, como si se tratara de criminales peligrosos. Esta prĆ”ctica no solo afecta su dignidad, sino que tambiĆ©n deja una impresión profundamente dolorosa en sus familiares, en muchas ocasiones son personas que no tienen ni tan siquiera un ticket de trĆ”nsito. Son personas que han venido a trabajar, han presentado taxes, son inmigrantes que han venido huyendo de la situación polĆtica y económica de sus paĆses.
Como abogada, he solicitado en reiteradas ocasiones que se retiren las cadenas durante las visitas legales. Si bien el trato entre abogados y oficiales ha sido generalmente respetuoso, las medidas de seguridad han aumentado. Todas las comunicaciones estÔn sujetas a monitoreo o grabación, lo que genera preocupación sobre la confidencialidad y la libertad de expresión del detenido.
Todas las conversaciones con mis clientes estƔn siendo grabadas.
Ante esta realidad, mi principal recomendación para las familias es que tengan una estrategia, que la solución no es firmar una carta de deportación por miedo, es importante acudir a un abogado.
Prepararse para una audiencia migratoria implica mĆ”s que presentar documentos. Es fundamental conocer los plazos claves, las fechas lĆmites del juez para someter evidencias, busquen noticias y reportes que apoyen su petición de asilo.
Como comunidad, debemos mantenernos unidos. Las polĆticas migratorias seguirĆ”n cambiando, pero nuestra respuesta debe estar basada en la información, la solidaridad y el respeto por los derechos humanos.
A las familias que hoy se enfrentan a esta dura realidad: no estÔn solas. Busquen ayuda, infórmense, no firmen nada por miedo. Y recuerden que la dignidad del ser humano no debe perderse, ni siquiera detrÔs de las rejas
@gladyscarredeguas/ 1-855-475-3535