En marzo de 2020, en plena pandemia, Elena Rose era una joven compositora venezolana-estadounidense con créditos en hits de Becky G, Myke Towers y Karol G. Aunque disfrutaba trabajar tras bambalinas, sintió que el mundo aún no había escuchado su propia voz. Ese mismo año debutó como cantante con Sandunga y, cuatro años después, ha logrado consolidarse como intérprete con Orion, su colaboración con el panameño Boza que lleva seis semanas en el No. 2 de Latin Pop Airplay de Billboard.
Nacida Andrea Elena Mangiamarchi en Miami, de padres venezolanos, Rose creció entre Puerto Rico y Venezuela. En sus inicios cantaba en bares y restaurantes hasta conocer al productor Patrick Romantik, quien la introdujo al mundo de la composición. Aprendió observando a grandes creadores como Servando Primera y Mario Cáceres, mientras acumulaba experiencia trabajando con músicos de alto nivel en Miami.
Como compositora, Rose ya suma más de 20 entradas en listas de Billboard y colaboraciones con estrellas como Selena Gomez, Bad Bunny y Marc Anthony. Sin embargo, su camino como intérprete tomó fuerza en 2022 cuando firmó con Warner Music Latina y más tarde con OCESA Seitrack, cuyo CEO Alex Mizrahi la describió como “un diamante en bruto con el potencial de convertirse en la próxima Karol G”.
El éxito de Orion, lanzada en mayo de 2024 bajo Sony Music Latin, confirmó ese potencial. La canción —una mezcla de reggaetón, salsa y afrobeats— acumula más de 100 millones de vistas en YouTube y ha escalado tanto en Latin Pop Airplay como en Latin Airplay. “Trabajar con ella es como viajar a otro planeta”, dice Boza.
Además, Rose recibió tres nominaciones al Latin Grammy 2024, incluyendo canción del año por Caracas en el 2000 junto a Danny Ocean. También ha lanzado colaboraciones con Ha*Ash y María Becerra, y prepara temas con Camilo, Morat, Alejandro Sanz y Los Ángeles Azules. En 2025, se presentará en Lollapalooza Argentina y Chile.
A sus 29 años, Elena Rose combina la sensibilidad de compositora con la fuerza de intérprete. Su historia, marcada por disciplina, versatilidad y ambición, la perfila como una de las voces latinas con mayor proyección global.
